En pleno siglo XXI, no se ha podido superar
el mal que nos viene causando más de un problema a nuestra sociedad moderna, la
discriminación en nuestro país. Es difícil creer que en un mundo globalizado,
siga existiendo gente que no tolera a personas que son diferentes a ellas.
Cuando hablamos de diferentes nos referimos a;
el origen, religión, raza, costumbres, sexo, forma de ser y de hablar, etc.,
esto parece increíble en nuestro país que no se pueda superar esta barrera;
siendo el Perú históricamente, un país con una enorme diversidad étnica y cultural.
La discriminación, consciente o inconsciente
podemos vivirlo día a día en todos los estratos y ambientes sociales y lo más
repudiable hasta familiares. Los colegios, los establecimientos de salud, los
centros laborales, los centros de esparcimientos, los centros comerciales y en
los hogares está presente el fenómeno de la discriminación.
En nuestro país se puede percibir en todos
lados la discriminación. Todos hemos sido discriminados y hemos discriminado
alguna vez, por distintas razones y motivos. Se escucha los insultos cholo,
gringuito, pitucos, serrano, etc., y usamos frases como: recien bajado, fuma
como chino en quiebra, no seas guanaco, misma chola diferente calzón, etc.
Todas estas frases o términos, son muy
ofensivas para las personas que las reciben, ya que al ser discriminados o
discriminadas, conscientes o inconscientemente queda un odio o resentimiento en
contra de la persona que brinda el trato discriminatorio.
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